sábado, 23 de enero de 2016

Metafísica de la Pelota

METAFISICA DE LA PELOTA

El otro día iba por la calle y vi que me llegaba rodando una pelota de fútbol con la que estaban jugando unos chicos en la calle. Mi corazón saltó de entusiasmo al sentir la emoción de volver a patear una pelota.  Qué cosa.. la pelota.. la pelota de fútbol.. Qué símbolo!! Si, símbolo.  Realmente representa algo. En realidad representa mucho! Y como tenía tiempo me puse a pensar. A pensar cómo algo tan simple como una pelota puede despertar tantas pasiones. Pasiones positivas y negativas, pero pasiones. La pelota…….   Qué representa la pelota.. una esfera. Una esfera es, geométricamente,  un cuerpo perfecto. Se define por un diámetro y una relación universal; Pi, 3,14. Todos lo sabemos desde la primaria, pero no lo relacionamos con la pelota. Es como sacarle sentimiento. Recuerdo de mis estudios de análisis matemático haber estudiado la ecuación de la esfera. También es perfecta. Representa un cuerpo en el que todos los puntos de su superficie tienen la misma distancia desde el centro. Muchas cosas importantes son esferas, la tierra, el sol, todos los astros del cielo tienen forma de esfera (de pelota). El viejo balero. También las burbujas, perfectas desde su concepción de la física. La presión de la atmósfera, igual en todos sus puntos hace que la presión de afuera no deje escapar la interna (o yo lo entiendo así)….. pero qué tiene que ver con una pelota de fútbol. La pelota se infla. Cualquier pelota despierta una familiaridad y cariño inexplicables, pero cierto. Pero la pelota de fútbol.. es otra cosa. Esa es la “verdadera” pelota. Cuando se dice “la pelota”,  “la redonda”, “la bol”, esa es la única. La que apasiona. Por qué? El fútbol es el deporte más popular del mundo. Eso es lo que la hace famosa e importante?, o al revés, la pelota hace importante al fútbol? Veamos, el fútbol tiene varios símbolos. Cuando hablamos de fútbol hablamos de pelota, arco, cancha, habilidad (obviamente jugadores hay en todos los juegos y deportes), no reconozco otros, pero qué representa al fútbol? Con qué ícono cualquiera representaría al fútbol? Con la pelota. La pelota de gajos, antiguos o modernos, pero la pelota. Y en otro deporte? El básquet, sí, el básquet. También la pelota es importante, también está la cancha, pero qué símbolo representa al básquet? El aro. El aro es lo que subyuga. Lo que se tiene en la mente. El aro es el símbolo del básquet… Y el tennis? También la pelota (o pelotita), también está la red, la cancha, pero el símbolo cuál es? La raqueta. La raqueta es el símbolo del tennis. Solo el dominio de la raqueta te da el dominio del tennis. Solo se disfruta el tennis con una raqueta en la mano, juegues bien o juegues mal. Y el voleybol? La red, desde luego. La red. La red marca las reglas, separa los equipos, hay que dominarla y superarla. La pelota y la cancha pasan a segundo plano. No nos olvidemos del golf. Ya adivinan. Ni la pelotita ni el green, ni el hoyo. Solo lo representa los palos. Y el rugby. La pelota es deformada, imposible que sea querida, la cancha nada. Qué la simboliza? Me agarra la duda, o el arco (los palos) o el line. No tiene símbolo definido, será por eso que siendo un gran deporte no despierta grandes pasiones? No tiene un gran símbolo.  Y el polo? La tenemos clara, el palo. Ni siquiera están definidos los jugadores, porque se confunden con los caballos (en lo referente al juego, con todo respeto). Pero la pelota, la pelota de fútbol… Sí, no hay otra. Pienso en al handball, la natación, atletismo, cantidad de deportes, pero ninguno como el fútbol, porque ninguno tiene un símbolo que la represente como la pelota, la pelota de fútbol, la que ha inspirado mil frases… “tratala bien” , “si dominás la pelota dominás el juego”, “la pelota no se mancha”. La pelota es lo que hace al fútbol. Tiene magia. Atrae por sí misma. A quienes juegan y a quienes no. Atrapa. Nadie puede evitar poner su atención en una pelota que rueda. A la velocidad justa, ni muy rápida para no verla, ni muy lenta como para atraparla. Es distinta. Es única. La que nos hace olvidad de todo alrededor. Es el símbolo del fútbol. Es lo que hace grande al fútbol.
Huyy… ahí viene… si, otra vez le pifié.. puf….
En qué estaba pensando?

VJC

Febrero del 2012

domingo, 27 de marzo de 2011

Problemas Endémicos Argentinos

LOS PROBLEMAS “ENDEMICOS” ARGENTINOS (Ensayo) 

Planteo del problema. Qué nos pasa a los argentinos.

Desde que tengo uso de razón (hace aproximadamente  40 años) estoy observando la misma realidad argentina. Partimos de la base que es un país rico, que tiene todos los climas, que no ha tenido guerras que hayan destruido masivamente el capital comunitario, etc, etc.. Pero la realidad es que a partir de esto y de ser a fines del siglo XIX la nación con crecimiento económico récord en el mundo, considerada para la opinión mundial como el  competidor de los Estados Unidos como país de gran futuro de América y a principios del siglo XX líder en América Latina fundamentalmente por su nivel cultural, netamente superior al resto de la misma, no ha conseguido consolidar esta posición. Incluso ha descendido relativamente al resto de América y el mundo entero sus niveles social, cultural y económico.

            Habiendo escuchado todo tipo de opiniones respecto de las causas y formas de solucionar esta situación es que me animo en este Ensayo a verter la mía.


Nuestros destinos dependen de nosotros


            Es natural en el ser humano pretender no ser responsable de sus propias desventuras, tratando de ver el origen de éstas en causas ajenas a su propia responsabilidad. La Sicología tiene bien estudiado este asunto del que no entraré en detalles, pero opino que el origen y la posibilidad de solución de nuestros problemas depende de nosotros mismos.

            Esperamos las soluciones de nuestros gobernantes, pero ellos están siempre puestos por el pueblo, en forma explícita o implícita. Aún los gobiernos militares estuvieron al menos permitidos por el pueblo. Veamos lo ocurrido en nuestro país cuando el pueblo entero decidió no más gobiernos militares.  Cómo a nadie se le ocurriría en este momento la posibilidad de una alternativa militar. Incluso los gobernantes fueron enjuiciados y condenados. Esto no ha ocurrido con otro tipo de gobiernos, sean cuales fueren las barbaridades que hayan hecho. A pesar de que algunos opinan que el tipo de gobierno lo digitan los EEUU, los pueblos deciden en última instancia si esto será de la forma en que nos inducen.

            Todos los organismos vivos toman las decisiones en forma conjunta, en forma orgánica. Por ejemplo, en el cuerpo humano, si bien las decisiones las ejecuta el cerebro, éste lo hace en función del todo, debido a la estrecha interrelación que opera en el funcionamiento general. Cuando aparece un líder natural en cualquier tipo de ente, éste aparece en función de las necesidades del grupo. Desde luego que se constituirá en líder el que mejor interprete los gustos y necesidades del mismo. De esta forma lo seguirán los demás debido a éstas condiciones, no porque se haya impuesto por decisión de uno o por la fuerza, aunque ésta aparezca en muchas oportunidades como el factor determinante.

            Por lo tanto, nuestros dirigentes y gobernantes lo son porque representan las voluntades e intereses de los subordinados y de alguna manera son la crema de éstos. Y como son éstos serán sus gobernantes.

            Pero, en el caso que nos ocupa, cómo somos los argentinos ?. Cómo nos comportamos socialmente, que es el comportamiento de mayor peso en nuestros destinos ?


Características sociales del argentino típico


            Desde muy chicos recibimos ciertas pautas culturales que nos marcan socialmente en la relación con nuestros semejantes.

Pauta 1 – No ser buchón
Es un deshonor para nosotros, especialmente para los hombres delatar a otra persona, amparándose en el hecho de que es un compañero. Se da más importancia al hecho de compartir una situación laboral, vecinal u otra que a la justicia. Comportamiento típicamente mafioso.

Pauta 2 – No te metás
Compañera de la primera, expresa la conveniencia de no jugarse por un compañero, vecino o más aún un desconocido en caso de que éste se vea perjudicado por una injusticia a efectos de no ser siquiera manchado por un posible acto de defensa. Si bien se fomenta jugarse por un amigo, estas son situaciones marginales para las relaciones más estrechas. Otra vez se fomenta la injusticia.

Pauta 3 – Para pagar hay tiempo
Conducta en el plano económico que implica que cuando hay que pagar, no se debe llamar al acreedor o concurrir a pagarle, sino esperar reiterados reclamos de éste, que es el que tiene que ocuparse de cobrar su acreencia tras largas sesiones de reclamos telefónicos o personales. Esto ocasiona tremendas pérdidas de tiempo para todos, deudores y acreedores, además de gastos telefónicos, viáticos de cobradores, intereses, recargos, desgaste en discusiones, tremendas e invalorables dificultades en pronosticar los flujos de fondos y consecuentemente optimizar el manejo de los capitales empresarios.

Pauta 4 – Hacé la tuya
Esto implica hacer lo que le conviene independientemente de los intereses de los demás. Por ejemplo, adelantarse en las colas. Si pasa, pasa, y si alguien protesta se le puede conceder en ese momento, o también hacer un escándalo diciendo que otros ya pasaron o que todos hacen lo mismo. Si hay una persona en una cola y llega un amigo, a nadie se le va a ocurrir para estar juntos que los dos vayan al final de la cola, sino que el amigo se cuele en la misma, como si fuera un privilegio tener un conocido en ella.

Pauta 5 – Respondé a quien te consiguió el laburo.
Cuando alguien consigue un puesto en el gobierno o empresa se tiene que hacer caso al que le consiguió el trabajo, porque es el dueño de su puesto. Esto es así. Por lo tanto la gente pagada por el Estado, no trabaja para el Estado, sino para los Políticos o el burócrata de turno. En consecuencia, podemos no cumplir con nuestros deberes sino en función de los intereses del “patrón”, que tampoco cumple con los propios y todos nos cubrimos mutuamente porque nadie cumple con su trabajo cabalmente. Todos responden a un patrón de fidelidad que nada tiene que ver con los intereses de la sociedad; y con frecuencia están encontrados con ésta.


Lo que es de todos no es de nadie


            Para los argentinos la propiedad comunitaria es para que todos tomen de ella, pero no para que se la cuide. Todos queremos recibir los beneficios del gobierno, pero nos olvidamos a la hora de contribuir a obras comunes y pagar los impuestos. Solo una minoría solidaria aporta su tiempo y dinero para cubrir las necesidades de la comunidad. Es cierto que todos esperamos que esto sea responsabilidad del gobierno, pero se aceptan puestos de ñoquis o semi-ñoquis sin tapujos y con orgullo de cumplir con la pauta 4. El empresario no quiere pagar los impuestos porque dice que no recibe contraprestación equivalente por parte del gobierno (tienen razón) y los gobernantes dicen que no pueden aportar al pueblo lo que necesita porque los empresarios no pagan sus impuestos (también tienen razón). Lo cierto es que a la hora de necesitar crédito bancario o subsidios o presentarse en licitaciones el empresario pretende tener los privilegios del que paga sus impuestos tiene información transparente de sus negocios. En definitiva, en nuestro país está roto el Contrato Social


Consecuencias de este comportamiento


            La combinación de estos comportamientos, que tenemos en general los argentinos, al menos la mayoría de estos, nos lleva a una situación de ineficiencia general en las relaciones sociales con importantes efectos económicos.

            Invertimos cantidades de recursos (tiempo y dinero) en defendernos, cubrirnos y a su vez provocar las situaciones descriptas en las pautas argentinas de párrafos anteriores. Esto marca una diferencia muy importante respecto de otros países en que la población se ocupa de lo que tiene que ocuparse y no de prevenirse o defenderse de sus semejantes. Esta diferencia en la productividad general implica un costo muy elevado, lo que provoca una menor capacidad de generar ingresos.

            Veamos qué pasa con nuestra clase dirigente.


Los que nos dirigen son los mejores ?


            Desde luego que sí. Pero, en qué lo son ?. Son los mejores en aprovechar las ventajas de nuestro sistema. Pongamos por ejemplo el tránsito de Buenos Aires. Si organizáramos una competencia entre 20 automovilistas a través de la ciudad, la mitad de ellos que tuvieran que respetar las normas del tránsito y la otra mitad que haga lo que quiera, cómo serían los resultados. Es claro para todos nosotros que los 10 que no respetaran las normas de tránsito llegarían antes que los otros, aunque fuesen pilotos profesionales de carreras. La posibilidad de que alguno fuera detenido por algún agente de tránsito es remota, y si ocurriera seguramente en forma rápida y relativamente barata podría seguir adelante y sin perder posiciones respecto del grupo de los “giles”.

            Así funciona nuestro país. Llega primero a todo el que evade, coimea, arregla Licitaciones, consigue amigos que le eviten las colas en desmedro de los que cumplen las normas. Cuántos comerciantes honestos pueden subsistir en estas condiciones. Cuántos industriales pueden competir en licitaciones sin entrar en transas. Muy pocos. Por lo tanto, siguiendo la teoría de Darwin, son una clase en extinción.

            Qué pasa con los que están fuera de este sistema. Generalmente están deseosos de entrar en él en las condiciones en que están los demás. Al menos ser un ñoqui. Pero si tienen un poco de escrúpulos, nunca alcanzarán el éxito en esta suciedad, perdón, sociedad argentina. Perderán rápidamente poder y dinero, por lo que deberán ceder su posición rápidamente al corrupto más apto. Ah!, los mejores que no tienen espacio en esta sociedad se van del país.

            Imaginemos qué ocurre entonces con los que ocupan los lugares privilegiados. Ministros, Senadores, Diputados, dirigentes empresarios, Directores de grandes Compañías, etc. En suma, los que rigen el destino de nuestra patria. No necesito explicar más.

            Pero bajemos un poca de nivel y veamos qué pasa con nuestros profesionales.


Los profesionales devuelven sus estudios al pueblo ?


            Diariamente nos encontramos con la crema de nuestra sociedad en puestos clave de ejercicio del poder.

            Estimo por ejemplo que el 80% de lo Contadores Públicos dedica la mayor parte de su tiempo a actividades socialmente negativas, o sea a liquidar impuestos para trampear al Estado, coimear inspectores o jurados de licitaciones, confeccionar balances que sirven a esos fines y no a brindar información fidedigna al empresario sobre las que pueda tomar decisiones y hacer más eficiente su negocio o empresa. Para esto el Contador no tiene tiempo y el empresario no tiene plata. Etc. etc.

            Los abogados ocupan su trabajo en demorar la Justicia, influir monetariamente en Jueces (o serlo), ensuciar juicios, perder expedientes, contratar testigos falsos, etc.etc. Qué mejor abogado que el que maneja todas estas artimañas.

            Nuestros médicos  y profesionales de la salud en general son excelentes, pero lamentablemente los de más poder e influencia se dedican a facturar, a hacer negocios con los laboratorios y vendedores de equipos médicos. Trabajan estrechamente con los proveedores de hospitales y ponen Sanatorios y Geriátricos en que la prioridad es la Caja y no la Salud.

            Nuestros Ingenieros y Arquitectos son de los más inocuos, pero porque ya casi no hay trabajo para ellos, porque cuando tienen la oportunidad, se adaptan rápidamente a las estructuras en que se quedan con las diferencias en las obras, entran en connivencia con los proveedores de materiales (que reciben más por entregar menos) y otras yerbas que conocemos.

            No entro en detalle en el caso de profesiones como Historiadores, Filósofos, Antropólogos, Músicos, etc, por ser tan poco influyentes en esta sociedad. Realmente son de los más honestos. Pobres, casi no les dan su oportunidad de demostrar su deshonestidad y ser tan argentinos como los otros.

            Las fuerzas de seguridad. Especial caso, pero totalmente dentro del espectro de comportamiento nacional. Las fuerzas de seguridad trabajan para ellas, lo mismo que los demás integrantes del Estado, solo que con consecuencias más graves y notorias. Están en completa sociedad con los abogados, jueces, médicos, etc. etc. y hacen su tarea de forma que gran cantidad de agentes del orden se noten lo menos posible. La vocación no existe (donde debería ser una de las profesiones con mayor requerimiento de esta) y es una salida laboral como cualquier otra. Por supuesto que un refugio de violentos y déspotas, pues las características de las pautas 1, 2 y 4 se realizan plenamente. En síntesis, se integran totalmente a la sociedad argentina.

            Y antes de los postres un párrafo para los técnicos, como ser los “reparadores” en general. Electricistas, Plomeros, Mecánicos, etc. Salvo que sea un amigo o especialmente recomendado, la regla es que se debe cobrar lo que no se cambia, sacar las partes buenas y poner otras malas, efectuar las reparaciones de lo que no se necesita y por supuesto establecer un plazo de reparación mayor que lo impensado, incumplirlo metódicamente, obviamente habiendo retirado una suculenta seña, pues el pobre nunca tiene crédito con sus proveedores y tiene que pagar los repuestos antes y al contado.

            Postre 1. Nuestros educadores son algo especial. Bien argentinos. Tienen gran vocación, pero por sacarse de encima a los alumnos rápidamente. En general no se actualizan. Los cursos que hacen son para sumar puntos y mejorar su currículum, aunque no tengan nada que ver con su proyecto de carrera, si lo tienen, y tampoco importa si aprenden. Sólo obtener el diploma. Raramente cumplen con los programas. Y si el nivel del curso es bajo, no vamos a caer en la locura de dar clases adicionales o menos de poner notas bajas, a ver si tienen un problema con los padres, alumnos y directores. Mejor aprobamos y todos contentos (Los pibes que se joroben, se van a avivar cuando sean grandes o nunca). Imaginen las consecuencias actuales y futuras de este comportamiento. Además el ejemplo ético es fundamental. Pero en general elige la enseñanza como actividad la gente que no puede ganar más dinero o que lo tiene como una actividad accesoria a otros trabajos o a las tareas hogareñas. O sea los menos aptos.

            Postre Postre. Los Medios. El Periodismo. Para una sociedad es muy importante el nivel de información que posee. El argentino es por lo general un individuo ávido de información y buen lector (o al menos lo era). Es por eso que se informa rápidamente de las novedades que ocurren en sus entornos cercano o lejano. Pero lo que recibe es sencillamente un espectacular manojo de mentiras. El periodista típico es el que inventa la noticia más espectacular para vender más. Los nuevos periodistas son los movileros que se destacaron por pisar a los demás e inventar más y mejor. Los más renombrados lo son por haber entrado en connivencia con las clases dirigentes; políticos o empresarios del deporte. Por lo tanto se dan a conocer las noticias que importan a la interna del sector que representan y que con frecuencia los puso en ese puesto (ver Pauta 5). Por otra parte opinan sobre una cantidad de temas que no conocen ni por asomo, pero forman opinión (equivocada) en la sociedad. Pero como en general el que se equivoca tiene un padrino que lo va a salvar, no importa, y entonces al haber impunidad no hay necesidad de mejorar y la actividad no se mejora nunca y todos seguimos como estamos. Como en todos los órdenes.

            Es imperioso, cuando se quiere saber de un tema, al menos que hable un especialista, aunque esté comprometido con algún sector, porque al menos tenemos la oportunidad de formarnos opinión desde un criterio profesional y juzgar si comete un error. De la otra forma, al hablar el periodista  (o ni siquiera) sin informarse, el error y/o la inducción al mismo es segura (Ya sé, si igual la gente lo escucha, para qué pagar a un especialista ?).


Propuestas de Solución


            No quiero dejar este manojo de críticas sin dejar de proponer al menos una solución al problema.

            Dado que el problema de los argentinos son los argentinos mismos, pues no hay factores externos notorios que nos condicionen en nuestro accionar, debemos buscar la solución en la manera de modificar las características de nuestra cultura. Cualquier otra solución será parcial y temporal, como hemos podido apreciar en estos años, en que los períodos de bonanza han caído rápidamente en otros de recesión (dejando de lado desde ya los normales ciclos económicos).

            Esto me parece que será una tarea de reeducación de la población y requerirá al menos el recambio de poder de una generación. No creo que se pueda lograr con un plan propuesto por los actuales políticos ni con esta estructura educativa. Me inclino a pensar que la conjunción de movimientos pequeños que vayan tomando fuerza y uniéndose será la única manera de ir llegando al poder clases sociales con otra mentalidad.

            Esto será viable sólo con un cambio de conciencia general de la población, en que se asuma que nuestra única oportunidad para el cambio de rumbo sea un cambio en nosotros mismos. Veamos por ejemplo que ocurrió cuando el pueblo tomó conciencia de que no debíamos tener nunca más gobiernos militares (después de una muy dolorosa y sangrienta experiencia) y el valor de la Democracia. Durante el gobierno de Alfonsín se juzgó y condenó a los militares, algo impensado en cualquier otra época. Pudo hacerlo porque el poder político tuvo respaldo popular en la medida y los militares dejaron de tenerlo. No hubo otros gobiernos juzgados y condenados por sus tropelías económicas porque todos están en la misma.

            Esto será un trabajo de reconstrucción de nuestras conciencias desde los niveles más elementales. La practica y los resultados que se empezarán a ver darán fuerza para emprendimientos más importantes. Será importante la contribución de los cultos religiosos para esta revolución cultural.

            No encuentro otra solución definitiva al problema de los argentinos. Quizá aparezca algún Mesías que nos ilumine. Nuestro pueblo confía más en los hombres que en las Instituciones (de acuerdo a las pautas iniciales) y podría ser una salida “milagrosa”.

            Si alguien cree que existe otra forma de salir de esta encrucijada y puede fundamentarla razonablemente, le ruego me la envíe (vicape@infovia.com.ar) a fin de alimentar mis esperanzas.

            Gracias por vuestra atención.


                                                                                              Víctor J. Capellino
Ramos Mejía, 26 de julio de 2001